II Acte. Desenvolupament de la tragicomèdia
I, al cap de quatre dies, salta l’escàndol. El dia 8 de setembre, al vespertí barcelonès Tele/eXpres (pàgina 7), a una columna, i sota el títol «Sobre la seriedad en nuestra literatura», al «Correo de Tele/eXpres» apareix publicada una carta de Xavier Romeu:
«Sr. Director:
Hace unos días que ando de sorpresa en sorpresa, siempre con el tema de fondo de nuestra cultura; más concretamente, de nuestra literatura. Bueno, de hecho, ni una cosa ni la otra: para precisar habría que decir que el tema ha sido muy alejado de las auténticas cultura y literatura, aunque en los hechos que han llamado de forma alarmante mi atención se entremezclen nombres de personas y hasta de Instituciones de reconocido prestigio. (“Praestigium, charlatanería, impostura”, del diccionario Spes). Hago esta aclaración inicial porque, como trabajador de nuestra literatura, deseo dejar bien expreso mi convencimiento de que los protagonistas de los hechos en cuestión no son trabajadores de ninguna cultura, sino que se mueven por otros móviles bien distintos, que no pienso analizar.
En el “Tele/eXpres” del día 2 de septiembre aparece un artículo de Joan de Sagarra sobre la seriedad. En él, el periodista comenta con simpática benevolencia que su amigo el Terenci ha terminado y entregado “por fin a su editor la novela con que ganó el premio Bertrana, novela que Ramón ha terminado de escribir en Cadaqués”. (49) Un poco más abajo, el señor Sagarra añade con admirable objetividad “que los que no eran serios eran los miembros del jurado que premian novelas sin terminar y que Terenci hace muy santamente escribiendo como y cuando le place” (sic). El jurado que otorgó el premio estaba compuesto por Josep Maria Castellet, Joaquim Molas, Maurici Serrahima, Modest Prats, Osvald Cardona y Salvador Sunyer (ignoro, es verdad, si por este orden de prelación precisamente), bajo la presidencia de Aurora Bertrana.
Aparte del hecho denunciado, me sorprendió también el tono general del artículo aludido. Aunque es confuso y hace difícil averiguar con precisión lo que despierta las iras –bastante pacíficas, hay que reconocerlo– de Joan de Sagarra, sí parece que permita entrever un cierto alegato un tanto informal contra una supuesta seriedad de Montserrat Roig.
Hasta aquí, la primera parte. Hechos estos que, desgraciadamente y dadas unas circunstancias determinadas, casi no merecen la pena de (sic) comentarse. Pero ahora me entero (el subrallat és nostre) de cosas más burdas todavía, si cabe. Resulta ser que la obra “Nifades”, de la cual dice ser autor Josep Maria Sonntag, no es más que un plagio, o más bien un calco, de una novela pornográfica china (1) que, naturalmente bajo otro título, tiene páginas y páginas, capítulos y capítulos, idénticos, palabra por palabra, a la “novel·la inèdita i original” que el señor Sonntag presentó al premio Sant Jordi de hace un año; premio que un jurado compuesto por Josep Maria Castellet, Joan Fuster, Joan Oliver, Domènec Guansé i Josep Faulí otorgó al susodicho Josep Maria Sonntag.
Considerando estos dos casos flagrantes de “estafa literaria” –tal vez más estafa que literaria– no puedo evitar el pensar en los demás autores que presentaron obras a concurso. Y pienso más concretamente en los finalistas de uno y otro premio, Gabriel Janer Manila y Jaume Vidal Alcover. Creo que la actuación de los jurados que otorgaron los premios en ambos casos es como para desanimar e irritar a cualquiera, concursante o no.
Después de todo esto uno tiene derecho a preguntarse dónde está la seriedad en nuestra literatura: admitiendo que los premios literarios también sean literatura (els subrallats són nostres). Porque, aún aceptando que en el caso del Sant Jordi la ignorancia pueda eximir a los jurados (y a los críticos que se han apresurado a subrayar lo insólito, original y honesto de “Nifades” de parte de su responsabilidad –excusa difícil para un jurado (y más difícil para un crítico) tener que apelar a la ignorancia–, el caso del Prudenci Bertrana y de Ramón Moix entra ya más directamente en la, llamémosla, “falta de seriedad”.
Espero que a lo que Joan de Sagarra se refiere cuando tan a menudo de esta “cultureta” que él mismo se encarga de ridiculizar con graciosísimos sermones sean estas manifestaciones tan poco serias. Porque la cultura, más o menos subterráneamente, con más o menos dificultades, camina al margen de todas estas cuestiones. Y, como decía al principio, me preocupa la posibilidad de que alguien pueda confundir la cultura con cierta gentuza que pretende manejarla.
Xavier ROMEU JOVE»
(1) «Loto Dorado. Hsi Men y sus esposas», Baal Editores, col. Cultura China, México 1961. Prólogo y traducción de María Antonieta Trueba. (Junto al copyright hay una nota anunciando los derechos de reproducción.)»
L’endemà, El Correo Catalán, sota el titular: «Acusan al último “Sant Jordi” de Plagio. Algunos fragmentos son copia exacta de la novela china Loto Dorado» (p. 22), publicava una carta de Núria Batalla i una petita entrevista amb Josep Maria Castellet, petita entrevista (telefònica) que titulaven «Con un jurado-editor del “Sant Jordi”». L’encapçalament de la notícia era el següent: «A ustedes no les dirá nada Loto Dorado. Pero comenzará a decirles algo si les aclaramos que se trata del premio Sant Jordi 1970. A menos eso se deduce de la carta que hemos recibido de la señora Nuria Batalla, manager del cantante Lluís Llach, que nos confirman otras informaciones al respecto por parte de personas que han tenido acceso al libro Loto Dorado, clásico pornográfico chino, del que parece han sido copiados fragmentos de la novela Nifades”. I a continuació ve la carta de Núria Batalla, que redundava en el tema del plagi comès per l’autor de Nifades. Carta que conté alguna afirmació que es pot considerar, com a mínim, curiosa:
«Sr. Director:
Leí hace unos pocos meses la novela de J. M. Sonntag, premio Sant Jordi 1970, y mientras leía no me abandonaba la impresión de haber leído ya aquel texto. Al terminar, recordé perfectamente de qué texto se trataba. Nada menos que de “Loto Dorado (Hsi men y sus esposas)”, clásico chino, Baal Editores de México, 1961. Me tomé la molestia de cotejar párrafo por párrafo las dos obras, y descubrí, que la novela de Sonntag, no es ni siquiera un plagio, sino una mala traducción, suavizada y censurada de los momentos más crudos de dicha obra china.
Yo me pregunto, si no habrá una forma legal para corregir abusos de esta índole, que no son más que un atentado a la propiedad intelectual.
Me entristece que los miembros del jurado de un premio tan importante como el Sant Jordi, no se dieran cuenta del engaño, y supongo que encontrarán algún medio para corregir un error tan grave.
Atentamente
Núria BATALLA»
La carta està postil·lada amb aquestes paraules: «Repetimos que quienes han cotejado ambos libros –el mejicano en versión de María Antonia Trueba y el catalán de Sonntag– aseguran que hay fragmentos enteros iguales».
Era curiosa l’afirmació de l’entradeta de la redacció, en la qual es diu, sense que s’anomeni ningú, que diverses persones que els han confirmat el plagi. I a més, es diu que Núria Batalla era la mànager del cantant Lluís Llach. Ho deia ella a la carta que va enviar al periòdic? Perquè uns altres diaris reprodueixen la carta sense parlar de la professió de la seva signatària. Potser els redactors, que ja havien escoltat parlar del «plagi» a diverses persones que haurien tingut accés a Loto Dorado, sabien el que es cuinava? Recordem que en aquest mateix diari, a finals de juny, havia sortit una informació segons la qual s’assegurava polèmica respecte a Nifades. Ho sabien per «parte de personas que han tenido acceso al libro Loto Dorado», i que mai no s’esmenten. Per què? Qui eren aquestes persones?
A part de tot això, en la carta de Núria Batalla, com en la de Xavier Romeu, hi ha, almenys, dues afirmacions: a) leí hace pocos meses la novela (és a dir, com a màxim tres, si va llegir la novel·la al mes de maig, quan va aparèixer, segons Huertas Clavería/Martí Gómez, gairebé de «tapadillo»). Com és que Núria Batalla triga aquests mesos a denunciar el plagi?; b) me tomé la molestia de cotejar párrafo por párrafo, per què, doncs, en la seva carta no reprodueix alguna de les parts, o de les frases, plagiades?, que porten a creure que amagava alguns asos a la màniga, asos que, tanmateix, ni Núria Batalla ni Xavier Romeu feren servir al llarg de tota la polèmica. Llevat que els usessin altres persones que intervindrien. També Núria Batalla, amb menys violència verbal que Xavier Romeu, es fica amb el jurat. Romeu: «Aún aceptando que en el caso del Sant Jordi la ignorancia pueda eximir a los jurados (y a los críticos que se han apresurado a subrayar lo insólito, original y honesto de “Nifades” de parte de su responsabilidad –excusa difícil para un jurado (y más difícil para un crítico) tener que apelar a la ignorancia», com si ser membre d’un jurat o crític literari convertís a un o a altre en infal·lible o tinguessin l’obligació de conèixer totes les obres publicades a totes les literatures. Si un jurat premia una obra inacabada, la qual cosa és molt difícil de demostrar (que estigui inacabada, sobretot en la novel·la contemporània), això, evidentment, culpà els membres del jurat; però si un escriptor presenta a un premi una obra que és un plagi d’una altra obra que, resulta, no coneix cap membre del jurat i aquest li concedeix el màxim guardó, és clar que pot apel·lar a la ignorància –tant un com dos-cents crítics: ningú no te l’obligació de conèixer totes les obres que es publiquen–, per la qual cosa el lector de la carta de Xavier Romeu podia preguntar-se a què es devia l’atac al jurat. Però deixem les nostres hipòtesis per més endavant i continuem amb la història.
L’entrevisteta amb Josep Maria Castellet, tot i que intenta ser desenfadada fa l’efecte que volia ser impertinent: «El escándalo Sonntag provoca una sobrecarga en las líneas telefónicas. «Edicions 62 no para: pip, pip, pip… ¿Estará Castellet? Como editor de Nifades y como miembro del jurado del “Sant Jordi”, su opinión nos resultaba imprescindible […]: –¿Señor Castellet? –¿Sí?/ –Le hacíamos en las Guillerías, en una de esas masías sin teléfono ni comunicación postal./ Sospecho que la observación no le hace gracia./ –¿Por qué?/ ¿Qué puede decirnos del supuesto plagio de “Nifades”?: –No tengo nada que decir./ ¿Nada de nada?/ –Pues mire, sí. Puedo decir que no soy un especialista en literatura pornográfica china […]/ ¿Qué le ha parecido la noticia en tanto que editor?: –En primer lugar, falta una comprobación fehaciente de que ha habido el plagio de que se habla. En segundo lugar, nuestra editorial está al margen del asunto ya que, en este caso, por la estructura del “Sant Jordi”, la editora se limita a recibir el original premiado por un jurado y sobre el cual ha adquirido el compromiso de publicarlo». Aquí acaba la entrevista (?), i el redactor (J.) afegeix: «La estructura de que nos habla Castellet es la siguiente. “Òmnium Cultural” asume el 50 por ciento de la dotación del premio. El otro 50 corre a cargo de tres editoriales –“Selecta”, “Aymà (Proa)” y “Edicions 62”– que, por riguroso turno, editarán las obras premiadas. En esta mini-lotería hay, al parecer, premios verdaderamente ingratos”».
L’edició d’aquell dia 9 de Tele/eXpres dedica àmplia informació a l’affaire. A «Mirador», pàgina en la qual s’incloïa un article d’un col·laborador, diversos escrits, sense signar, del seu director, a tall d’editorial, i l’acudit, signat, cada dia, per Tisner. Aquell 9 de setembre de 1971, l’acudit d’en Tisner anava sobre el possible plagi que havia comès Josep Maria Sonntag. En un bar, asseguts a la taula i davant de dues tasses de cafè, parlaven dos joves, barbuts, i un deia a l’altre: «–Acuérdate que desde un principio te dije que Pep-Son-N’Tag era nombre chino» (p. 5). A la següent pàgina, la 6, a «Correo de Tele/eXpres», a més de la carta de Terenci Moix transcrita a la nota 45, es publica la de Núria Batalla, que ja hem transcrit d’El Correo Catalán.
A la pàgina 7 continua, quasi la plana sencera excepte l’anunci d’uns grans magatzems que ocupa un quart i mig de l’espai, la informació que porta aquest titular: «OTRO ESCÁNDALO LITERARIO: “NIFADES”. EL “SANT JORDI 71” ACUSADO DE PLAGIO» (pel titular, fa l’efecte que aquells anys, a Catalunya, els «escàndols literaris» eren cosa de cada mes). La pàgina es compon d’una petita introducció, dues petites entrevistes –fetes por Josep M. Soria– a dos membres del jurat que premià Nifades (Josep Maria Castellet i Joan Oliver, «Pere Quart») i una de més àmplia al guanyador, Josep M. Sonntag, realitzada pel corresponsal (Vidal) del diari a Reus, localitat on vivia l’escriptor. I a la part superior esquerra l’inici de la novel·la suposadament plagiada i l’inici del segon capítol de Nifades: «EL ORIGINAL Y EL SUPUESTO PLAGIO». «Fragmento de la página 11 de “Loto Dorado. Hsi mei y sus mujeres”»:
«Whu Ta habló con orgullo al presentar a su brillante hermano. “Este es Wu Sung, querida esposa, el famoso cazador de tigres de la montaña de King Yong, el Capitán de la Guardia… Es tu cuñado”. Loto Dorado cruzó los brazos sobre su pecho y levantó los ojos llenos de admiración hacia su cuñado. “Te deseo mil felicidades”, dijo. Ambos se inclinaron en mutuo saludo. Wu Song mostraba una tímida reserva a pesar de lo cual se dio cuenta de la perfecta belleza de Loto Dorado. Loto Dorado contemplaba con secreto éxtasis el magnífico ejemplar de virilidad física que permanecía de pie ante ella”.
«Fragmento de la página 13 de “Nifades”:
«Les paraules del meu home eren plenes d’una mena d’orgull llefiscós quan em va presentar el seu germà. “Nifades –em va dir–, aquest és Jareh, el meu germà, un heroi de Sicònia. És el teu cunyat”. Li vaig allargar la mà, a aquell home, i em semblava (sic) que em vaig inclinar una mica, devia ser d’una manera lleugera. I si ho vaig fer no fou perquè era un heroi. Era un heroi (sic, la frase sencera). Era un home magnífic. Els ulls em devien brillar. “És un plaer”, li vaig dir al meu cunyat. Jareh també em va fer un gest fred i polit de salutació. Era curiós, semblava tan tímid i com si no pogués (sic) amagar la seva timidesa”.
Evidentment, hi ha curioses coincidències en aquests primers paràgrafs, però de moment, fora dels signants de les cartes, ningú no gosava parlar de plagi. Castellet afirma que no sabia res de l’acusació de plagi, i que el membres d’un jurat no tenen «ninguna obligación de ser especialistas en literatura pornográfica china». Si el plagi és cert, «es grotesco y lamentable». A la pregunta «Qué tal está la novela», respon: «Bueno, yo creo que la novela está muy bien estructurada; y cuando el jurado consideró que merecía el premio entre las que se presentaron, más que nada, fue por esta razón. Inmediatamente buscaremos este clásico chino y lo compulsaremos». A la pregunta que si és cert el plagi l’editoral no es veurà obligada a retirar el llibres, respon: «No creo que se plantee ninguna cuestión legal al respecto. Si fuera “Love Story” a buen seguro que el autor presentaría una demanda, pero en este caso, no sé». Quan el periodista li pregunta si fos cert el plagi quines accions farà el jurat i si el desposseirà del premi: «La verdad es que no me lo he planteado. Legalmente no sé que se hace en estos casos», i afegeix: «Quiero dejar en claro una cosa, y es que la carta que publicaron ayer contenía algunas acusaciones conta Terenci Moix totalmente injustas. Moix presentó la novela al “Prudenci Bertrana” totalmente terminada. Y de esto son testigos todo el jurado». Per la seva banda, Joan Oliver, en explicar el periodista els motius pels qual vol parlar amb ell, respon: «Caramba, pues sí que es grave. […] Estas cosas pueden suceder a cualquier jurado. […] Creo que de ser cierto, el jurado queda eximido de toda responsabilidad». I quan Josep M. Soria li demana si coneix Josep Maria Sonntag, respon: «Sí. Por cierto que ayer me vino a ver para traerme una novela para publicar, y con el fin de que yo la examinara. Es un hombre muy vivo, culto, decidido, con un gran aplomo (les versalistes són nostres), y nada tímido. Los plagios acostumbran a ser realizados por gente tímida. Ni es un perturbado, ni un esquizofrénico. No sé, aún está por ver que sea un plagio. De ser cierto, será una pena y una estafa al jurado del “Sant Jordi”…, gajes del oficio».
Completa la informació, com dèiem, una petita entrevista amb Josep M. Sonntag: «He quedado francamente sorprendido al leer la carta de Xavier Romeu [foto] publicada en Tele/eXpres. La considero completamente injuriosa […]. Además dice que se lo han dicho […]. ¿Ha leído la versión castellana de esta obra [Loto Dorado]? Creo que sí. Y la versión francesa. Creo que tenía este libro […]. No hay coincidencia posible. Niego rotundamente que sea un plagio […]. ¿Qué motivos cree que ha tenido Romeu para publicar esta carta? Reconozco que este señor tiene derecho a decir lo que quiera. Si hay coincidencia es puramente casual […]. Puedo asegurar que mi novela no tiene nada que ver, nada, en absoluto, con lo que me achacan […]. Me gustaría saber de dónde ha partido todo esto. Aunque me imagino que viene del “clan” de Maria Aurèlia Campany, en el que Romeu no deja de ser uno de sus muchos lacayos […]. Barcelona, donde hay gran número de gente que escribe, pinta, trabaja, hace cosas y que se encuentran atados de pies y manos, que para triunfar deben ponerse bajo la célula del círculo de Maria Aurèlia Capmany, Castellet, Vidal Alcover, etcétera, o no sobresalen…»
Sonntag, com es veu, usa l’antiga, i no sempre correctament en la seva aplicació pràctica, tàctica de «la millor defensa és un bon atac». Però, era bo l’atac de Sonntag? Com reaccionaren els imputats?
El divendres dia 10, al Diario de Barcelona, Oriol Domingo, que havia entrevistat a Sonntag, com hem vist, pocs dies després que guanyés el Sant Jordi, publica un reportatge sobre l’affaire, a tota pàgina. Els titulars deien: ESCÁNDALO EN LA LITERATURA CATALANA, i en lletres de cos més gran: «Nifades, premio “Sant Jordi”, calificada como plagio de una novela pornográfica china. JOSEP M. SONNTAG LO NIEGA Y ATRIBUYE LA DENUNCIA A UN SUPUESTO CLAN LITERARIO» (p. 17).
El periodista informa els lectors del diari de les cartes enviades a diversos mitjans de comunicació per Núria Batalla i Xavier Romeu denunciant el plagi. Oriol Domingo es pregunta: «¿Cómo se enteraron Núria y Xavier del plagio», «¿Quién es Sonntag?, ¿qué es lo que dijo de Nifades cuando Josep M. Sonntag ganó el premio?». La informació que dóna, diu el periodista, no pretén tancar l’interrogant sobre l’assumpte, sinó, simplement, oferir «datos que faciliten la comprensión del tinglado Nifades-Sonntag». Després d’explicar qui és Sonntag, treien les dades de la contraportada de Nifades (text que es reprodueix a la nota 44) i de l’esmentada entrevista que el periodista li va fer el desembre del 1970 i de la qual ja hem parlat. Informa a continuació que Núria Batalla (amb la qual es va posar en contacte) va comprar la novel·la (Nifades) a una llibreria del passeig de Gràcia, «se la puso a leer… y empezó a recordar algo que había leído hacía tiempo». I, conta Núria, «las sospechas se confirmaron. La novela era un plagio, en ocasiones traducción de Loto Dorado. Hsi men y sus esposas, de Baal Editores (México, 1961), obra pornográfica que había leído hacía tiempo».
[Abans de continuar amb el reportatge d’Oriol Domingo, observem que el primer que va fer el periodista fou posar-se en contacte amb els «denunciants», és a dir, anar a la «font», a l’origen de la notícia, o del seu «enunciant». Domingo actua, abans de res, com a periodista. Pot el lector trobar a faltar la veu de Xavier Romeu, però les declaracions fetes per Núria Batalla expliquen la seva absència del reportatge, com indirectament potser expliquen algunes coses més.]
Núria Batalla continua amb les seves declaracions, recollides pel periodista: «Núria me asegura que en ambas novelas se suceden las mismas situaciones y que los personajes –con nombres cambiados– son los mismos. Nifades i Josef (sic) que son los protagonistas se corresponden a Loto Dorado y Hsi Men de la novela china. El esposo Tareh equivale al chino Wu Ta. El cuñado Jareh a Wu Sung. La bruja a la madre Wand. Etcétera». Afirmant (Núria, és clar) que la novel·la xinesa és més eròtica i complexa que la de Sonntag, reconeix que «también difieren la introducción y los dos últimos capítulos». Núria, quan s’adonà del plagi, es posà en contacte amb Maria Aurèlia Capmany, «porque quiso conocer los nombres y direcciones de los miembros del jurado».
Immediatament, el periodista dóna la paraula a aquesta última que, curiosament (?), confirma que és amiga de Xavier Romeu –recordem el seu article sobre el Premi Sabadell de Teatre– i companya sentimental del finalista del Premi Sant Jordi que guanyà Sonntag: Jaume Vidal Alcover, la qual cosa no es diu. Vidal li dedicava la novel·la finalista. Maria Aurèlia Capmany, a la qual Sonntag acusava de ser rere les cartes de Batalla i Romeu, declara: «–Siento gran preocupación e inmensa tristeza porque se da la posibilidad de beligerancia a gente que no habría de tenerla y así se llega a resultados como los que ahora vemos». Després de dir que el Sant Jordi hauria de donar-se a novel·les ja publicades, nega l’existència d’un «clan Capmany». L’últim a opinar és el crític, i membre del jurat que guanyà la novel·la ara qüestionada, Josep Faulí, company de redacció del periodista. Després d’afirmar que per al bé de «nuestra salud mental» ha de saber-se la veritat i arribar fins a les darreres conseqüències, «incluso la desposesión del premio», fa unes consideracions que podia fer-se qualsevol lector aliè a capelles i/o capelletes literàries: «Quiero decir que me extraña el hecho de que habiéndose publicado Nifades a inicios de este verano [exactament, tal com resa el peu d’impremta del llibre, al mes de maig] sea precisamente ahora, en la época de “rentrée”, que se haya conocido y denunciado la novela de Sonntag». D’altra banda, «tengo que decir que como crítico y miembro del jurado del “Sant Jordi” no me avergüenzo en absoluto de no haber leído Loto Dorado».
Oriol Domingo acaba el seu reportatge de la mà de Núria Batalla, senyalant, amb ambdós llibres a la mà, tres «curiosas coincidencias», és a dir, tres petits fragments de les dues novel·les en els quals la identitat «entre el catalán Nifades y el traducido al castellano Loto Dorado es casi total».
Heus aquí els fragments reproduïts al Diario de Barcelona per Oriol Domingo:
«Wu Tu habló con orgullo al presentar a su brillante hermano: Este es Wu Sung, querida esposa, el famoso cazador de tigres de la montaña King Yang, el Capitán de la Guardia. Es tu cuñado» (p. 13).
«Les paraules del meu home eren plenes d’una mena d’orgull llefiscós quan em va presentar el seu germà. Nifades –em va dir– aquest és Jareh, el meu germà, un heroi de Sicònia. És el teu cunyat» (p. 11).
«¡Asqueroso coágulo!… Wu Tu inclinó la cabeza en habitual actitud de servilismo y, tímidamente, insinuó: Tu no existes para mí –replicó Loto Dorado con desprecio–. Por lo tanto, lo que hagas no me importa con tal de que no degrades mi cuerpo con tu contacto» (p. 14-15). (50)
«Ets un gripau fastigós!… Fuig de la meva vora! No et pensis que pots embrutar el meu cos amb el teu cos de porc! Imbècil!» (51) (p. 27).
«Wu Tu intentó echársele encima, pero recibió tan violento puntapié en la boca del estómago que el canijo hombrecito cayó de espaldas» (p. 41).
«Però Josef (sic) ja s’ho esperava i el va rebre amb el peu. Va clavar una puntada de peu a Tareh en el baix ventre i el va desmanegar» (p. 58).
El Diario de Barcelona era matutí. Tele/eXpres, ja s’ha dit, vespertí, així que la tarda d’aquell 10 de setembre el diari continuava informant sobre el «caso Sonntag». La pàgina 7 del periòdic estava aquell dia dedicada al tema. Una carta al director, una entrevista i una columna d’opinió. La carta, a la secció «Correo de Tele/eXpres», anava signada per Maria Aurèlia Capmany, i portava el títol, suposem que de la redacció, de «Las actitudes éticas» (p. 17). L’autora de Feliçment sóc una dona, contestava en diversos punts les declaracions de Sonntag a l’entrevista que el dia abans havia aparegut al mateix periòdic: «En primer lugar el descubrimiento no ha sido mío. Yo solo había leído Nifades, que me pareció una novela menos que mediocre. En segundo lugar, el poder que me atribuye el señor Sonntag me halaga, pero no existe». Continuava la seva carta reflexionant sobre el Premi Sant Jordi, i com al reportatge d’Oriol Domingo, recordava que feia dos anys, quan el premi s’havia declarat desert, demanarà, perquè el Sant Jordi «se librara de estos manejos», que el premi s’atorgués a obres novel·les ja editades. Després fa unes petites consideracions sobre literatura realista i literatura «irracional» que millor és oblidar, perquè pel que sembla qui no feia «literatura realista y comprometida» es dedicava a «lo escandaloso, lo sexy, lo barato [que] no son valores literarios, son en todas las partes del mundo falsa literatura». I vol també «hacer constar que Xavier Romeu no es mi lacayo. Es un colaborador inteligente y un espléndido escritor. Hemos colaborado en una obra que todo el mundo puede leer y juzgar por si mismo», i, és clar, aprova la reacció de Xavier Romeu.
L’entrevista, signada por Joaquín Ibarz, es feia a Jaume Vidal Alcover, amb el titular: «VIDAL ALCOVER, GANADOR “MORAL” DEL PREMIO “SANT JORDI 1970”». A l’entradeta, el periodista afirmava que «Vidal Alcover fue finalista del premio que era considerado como el más prestigioso de las letras catalanas, y ya en la misma noche de su otorgación se formularon algunas especulaciones sobre por qué habría recaido el premio sobre Sonntag y no sobre el escritor mallorquín, especulaciones fundamentadas en supuestos extraliterarios». L’entrevista, a dir veritat, és completament parcial a favor de l’entrevistat. La primera pregunta és d’una parcialitat quasi més gran que el titular, perquè Vidal Alcover no era «guanyador moral» de res, perquè en cas que el jurat no hagués premiat Nifades, potser hauria deixat, com va suggerir un dels seus membres, el premi desert, i diu molt del que vindrà després: «¿Te consideras un escritor tan malo que el jurado del Sant Jordi tuvo que inclinarse por una novela pornográfica china?» (52) La resposta de l’escriptor mallorquí està a l’altura de la pregunta: «Es una cuestión de gustos. Por lo visto, hoy privan las versiones expurgadas de las novelas pornográficas». Les preguntes continuen amb la tonalitat de la primera: «¿Crees que tu novela […] hubiera ganado el Premio Sant Jordi en caso de que hubiera llevado la firma de otro escritor?: –Es probable que sí. No por aversiones personales. Si la hubiera firmado con un nombre desconocido que pudiera pasar por el de un “jo-ven va-lor” por descubrir, es probable que hubiese obtenido el premio». A continuació, l’entrevistador li pregunta a l’escriptor sobre les seves relacions amb els membres del jurat. Vidal Alcover respon que són bones, fins i tot amb Castellet, al qual relaciona amb un altre possible escàndol, la novel·la inacabada de Terenci Moix guanyadora del Prudenci Bertrana: «Josep M. Castellet es justamente el denominador común de todas estas irregularidades». (53) També assegura que ha llegit la novel·la de Sonntag i que l’ha comparat amb la xinesa «hasta poco más allá de la mitad». Ambdues l’avorreixen i està d’acord amb Romeu i Batalla que «Nifades es la misma historia que Loto Dorado», i que el més prudent per a Sonntag seria callar-se, ja que el fet d’aquest «constituye un delito contra la propiedad intelectual. Romeu ya aludía a esto. Castellet aún tiene la desfachatez de suponer que no surgiría cuestión legal alguna, no porque el delito no exista, sino porque ni Loto Dorado ni Nifades han tenido la repercusión de un Love story» (54). Després d’afirmar Jaume Vidal que l’últim Sant Jordi era una mala novel·la, l’entrevista camina per altres rumbs, fins al final, en què Ibarz diu a l’escriptor mallorquí: «¿Te das cuenta de que con todo este escándalo prácticamente estamos promocionando la venta de “Nifades”?: –O la de “Loto Dorado”. Si el interés es por la pornografía, aconsejo la lectura de la novela china, porque pornografía sin pornografía no es nada. Si las intenciones son patrióticas, la salvación de una editorial siempre es una empresa digna de elogio. El fin, a veces, justifica los medios. Me alegraré mucho de que el aumento de venta de este Sant Jordi salve a “Edicions 62”, para bien de los libros realmente interesantes que de tarde en tarde nos ofrecen».
I la columna d’opinió: «EL PLAGIO Y…». Columna signada per Joan de Sagarra, un dels columnistes més populars i llegits del diari. Potser Joan de Sagarra és l’únic de tots el que opinen que, en no estar involucrat directament en cap de les parts, veu clar des del primer moment: «Parece ser que el plagio está comprobado. Se trata de un asunto grotesco y lamentable, como dijo Castellet». És clar que hauria estat molt bé que algun membre del jurat conegués la novel·la pornogràfica xinesa i estalviar-se l’escàndol, però no fou així i «me aceptarán ustedes que el jurado no tiene por qué saber de la existencia de dicho (sic) obra y menos haberla leído. Así, pues, el asunto es bien sencillo: Sonntag ha engañado al jurado y el engaño ha sido descubierto». Aquí, normalment, s’hauria acabat l’assumpte, però, diu Sagarra, Vidal Alcover, a l’entrevista que apareix precisament al damunt de la seva columna, acusa Castellet i diu que potser hauria guanyat el premi de presentar la seva obra amb pseudònim. «¿Tiene fundamento la acusación formulada por Alcover? ¿Es cierto que después de la aparición de Moix cierta o ciertas editoriales intentan fabricar, como sea, un segundo y rentable joven autor?», es pregunta el columnista i contesta que no ho sap, i que ningú no li ha donat raons per a decidir-se per un sí o per un no. L’assumpte «se presenta feo», el millor seria suprimir els premis i «si se quiere premiar de verdad, otórguese un premio al mejor libro editado. Pero, hélas!, para conceder un premio es preciso hacer un jurado y, la verdad, ya me gustaría a mi ver a los que hoy atacan haciendo de jurados…». Però, tots tranquils: «Las capillitas, los plagios, los rencores son el pan nuestro de cada día, en el mundo de las letras como en cualquier otro, aquí y en todas partes», i la cultura continua funcionant, perquè tot el demès es «cuestion de prestigio y del prestigio… je m’en fous».
La soterrada i dissimulada crida a la raó per part de Joan de Sagarra, que inscrivia l’assumpte Nifades dintre d’un context més ampli, no podia, però, degut a les circumstàncies excepcionals del moment, ser atesa. Així, l’afer continuà, i continuaria algunes setmanes més.
L’11 de setembre, La Vanguardia, a la pàgina 19, «Información de Barcelona», en un comentari sense signar, es feia ressò del presumpte cas de plagi. Després d’esmentar les cartes de Romeu i Batalla, i la resposta d’en Sonntag tot negant el plagi, afegia que «los miembros del jurado que otorgaron el premio, por su parte, reconocen que no conocían la obra china, pero están dispuestos a llegar hasta el final en este caso e incluso a la desposesión del premio, si se confirma el plagio».
El mateix dia, al Diario de Barcelona, a les pàgines «Veus i lletres de Catalunya» (p. 11), a la secció «Notes al vent», signada por J(osep) F(aulí), una de les notes es titulava, molt cinematogràficament, «Con él llego el escándalo», i es reproduïa la portada de Nifades. Faulí deia que li faltaven elements per afirmar si la novel·la de Sonntag era un plagi o no, però «lo cierto, sin embargo, es que su aparición en nuestra vida literaria ha ido acompañada de un escándalo continuado». Relacions tumultuoses amb Mireia Xapelli, «desabridas reacciones en la fiesta del último “Bertrana”» per no haver-lo guanyat ell i sí, precisament, Terenci Moix; el seu mateix material literari i les seves tumultuoses relacions amb escriptors i editors. També afirma Faulí que cal arribar fins al final de l’assumpte i no «excluyo acciones judiciales ni la desposesión del premio». El tema, insisteix, «requiere mucha luz. Y ninguna contemplación». I discrepa de Castellet quan aquest separa Edicions 62 de la qüestió, «ya que por su vínculo con el premio como, y sobre todo, por su condición de editora de la obra, es a quien más directamente toca el asunto».
NOTES
(49) (49) El dia 10, a la pàgina 6 de Tele/eXpres surt una carta de Terenci Moix, titulada, suposem que per la redacció del diari, «Terenci Moix defiende su seriedad», en resposta a l’article de Joan de Sagarra:
«Señor director:
Con cierto retraso y debido a comentarios que parecen ser típicos de cierta mala baba habitual en los medios literarios, he podido leer el artículo de mi estimado amigo Joan de Sagarra publicado en su periódico el jueves 2 de septiembre («Sobre la seriedad»). En principio me toca agradecer la vehemencia con que Joanot me defiende de una acusación de terceros que me interesa muchísimo desmentir… tanto por su falsedad como por aquella mala baba que me he referido. Decía Joanot: “parece ser que el Terenci… ha entregado por fin a su editor la novela con la que ganó el Premio Betrana, novela que Ramón ha terminado de escribir en Cadaqués. Pues bien, un amigo mío al enterarse de esta tardía entrega, ha empezado a decir pestes del escritor y, para colmo, me ha soltado que el Terenci no es una persona seria”.
Sin embargo, puedo asegurar que mi libro estaba terminado cuando lo presenté al premio.
Francamente, ignoro cuál puede ser mi grado de seriedad en las faltas que el chismoso de marras le viniese en gana de imputarme; puedo asegurarle –y en los medios culturales menos envenenados es cosa bien sabida– que lo soy mucho para con mi trabajo, tanto como para someterlo a un proceso intenso de corrección incluso –o especialmente– cuando el libro está terminado. Proceso lógico que precede a la entrada del libro en máquinas.
Puesto que el referido señor tiene la bondad de ocuparse de mi libro La increada consciència de la Raça aún antes de que esté publicado (gracias, de paso, por la publicidad gratuita) me complazco en insistir que el libro fue presentado al premio debidamente terminado y cuando recibí el premio quedó en manos de Edicions 62, que lo publica. Ahora bien: en los ocho libros que llevo publicados he seguido siempre un proceso de trabajo del qué no tengo por qué privar a este, precisamente por considerarlo mi novela más ambiciosa y seria. En primer lugar, reviso las correcciones que, sobre el texto, ha efectuado el corrector de estilo y, seguidamente, las consulto con él; después efectúo una corrección a fondo de las primeras galeradas de imprenta y, finalmente, repaso las compaginadas y las llamémosle sugerencias de la llamémosle censura. Es decir: todos mis editores sabe que ninguno de mis libros llega a la imprenta sin que los haya sometido a un exhaustivo proceso de corrección lingüística donde intento perfeccionar lo ya hecho, dentro de mis posibilidades en cada momento de mi aprendizaje. Lo mismo hago con las traducciones: reviso la traducción, las revisiones sobre la traducción, las primeras galeradas y las compaginadas. Que esto pueda exasperar a más de un editor no es de extrañar; en cualquier caso, me parece bastante elocuente respecto a la seriedad que el señor “indignado” me niega.
Sólo me queda decir que en manos de la comisión organizadora del Premio Bertrana está el original premiado, en su versión perfectamente terminada, y como fue entregada. Espero que no tengan que verse obligados a donarlo a una biblioteca pública para que los “escoltes” del rumor de marras puedan cerciorarse de la falsedad del mismo.
Aunque es probable que armasen un escándalo, ya que en una página que decía “ell va anar” lo he corregido por “ell anà”, por razones de gusto. ¿Será esto lo que quieren decir cuando asegurar que el libro no está terminado?
Agradecido le saluda:
TERENCI»
(50) El lector s’haurà adonat que en aquest fragment falten paraules que donin un sentit coherent a la situació. No sabem per què, les frases que hi falten no foren reproduïdes (per por a la censura, van saltar a les linotípies, va copiar malament el periodista, o va considerar que el fragment era massa llarg?…). Restituïm el fragment en tota la seva integritat (citem per la edició Biblioteca del Erotismo, Barcelona, 1984, Libros y Publicaciones Periódicas, que reprodueix l’edició mexicana de Baal Editores):
«Wu Tu inclinó la cabeza en habitual actitud de servilismo y, tímidamente, insinuó:
– ¿No podría ser que mis despreciados ijares engendraran un hijo fuerte como mi hermano? Su sangre y la mía proceden de la misma fuente.
Ella replicó, violenta.
– ¿Y yo tendría que albergarlo en mi cuerpo de jaspe, suave como un corderito rollizo? ¿Y si saliera otro cuervo ruín como tú?
El asustado buhonero, temblando, rogó:
– ¡Por favor, no grites! Los vecinos van a reírse de nosotros.
– Como si no se rieran cada vez que sale el sol al verme como una pieza de oro puro incrustada en un montón de estiércol, ¡como una piedra de cuarzo común!
Wu Tu se sintió audaz, a causa de la llegada de su hermano, y persistió en su ruego:
– No está bien que una esposa niegue a un marido respetable.
– ¡Respetable! –chilló la hermosa mujer– ¡No está bien! ¿Por qué no pensaste en lo que está bien cuando el maestro Chang me presentó a tí? Su voz llenaba la calle, donde los vecinos escuchaban, divertidos, frente al moderno hogar – ¿Acaso está bien, acaso es concebible que yo, un fénix resplandeciente, esté unida a un enano repulsivo? ¡Ah! –siguió gritando, mientras se encaraba con la encogida figura de su marido–. ¿No pensaste en lo que está bien o mal cuando el maestro Chang me casó contigo para poder poseerme todas las tardes, a veces delante de tus ojos legañosos?
– Yo era simple arcilla en manos del maestro Chang. ¿Qué podía hacer?
Ella se echó a reír.
– Nada, nada, siempre nada. Nunca me poseerás, miserable basurita.
Con una desdeñosa mueca de asco, le dejó y subió rápidamente los peldaños de dos en dos hacia su dormitorio.
Wu Tu la siguió mansamente.
– Por favor… ¿Puedo contemplarte esta noche?
– Tú no existes para mí –replicó Loto Dorado, con desprecio–. Por lo tanto, hagas lo que hagas no me importa con tal de que no degrades mi cuerpo con tu contacto”. (p. 13-14)
(51) També aquí el periodista omet unes paraules, una frase. Reproduïm el fragment en la seva integritat:
«–Ets un gripau fastigós!
– Dona… –feu amb una veu llastimosa i implorant.
Fuig de la meva vora! No et pensis que pots embrutar el meu cos amb el teu cos de porc! Imbècil!». (p. 27)
(52) Llevat, és clar, que el periodista considerés qualsevol obra de gènere, per ser de gènere, de tercera o quarta categoria, com si la qualitat literària estigués inscrita en el gènere. O potser el periodista era de la mateixa opinió de Maria Aurèlia Capmany: tot el que no fos literatura realista i compromesa, no era literatura, sinó divertiment, gratuïtat, banalitat, escapisme, pornografia, etc.
(53) Recordem que Castellet era membre dels dos jurats, i que treballava a Edicions 62, l’editorial que va publicar les dues novel·les guanyadores.
(54) O potser, perquè l’autor de Loto Dorado, al no conèixer-se el seu nom, al, potser, hi ser mort i no tenir descendents, no podia presentar denúncia per plagi, que és, tal vegada, en el que pensava Josep M. Castellet.
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